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El administrador general del Instituto de Colonización y Tierras Fiscales, ingeniero Manuel Rodríguez, dijo que el organismo a su cargo trabaja a pleno en el oeste de la provincia con el propósito de regularizar lo antes posible la situación dominial de los predios de esas comarcas, sobre todo teniéndose en cuenta la presión que habrán de soportar sus ocupantes por parte de quienes procedentes del sur encuentran en Formosa el futuro de sus actividades agropecuarias y sobre todo ganaderas.
Admite que nadie ignora que con la terminación de las obras de pavimentación de la ruta 81 se va ira acentuando una explosión productiva en el corto plazo, razón por la cual junto con el ordenamiento territorial se propicia un proceso de concientización para afirmar el criterio del gobernador Insfrán de que el desarrollo que viene debe producirse con la gente de Formosa participando de esa evolución económica y social.
En esa región casi el 98% de las tierras son fiscales, desde Laguna Yema hasta la línea Barilari, existiendo solamente algunas propiedades comunitarias de los aborígenes y de familias criollas.
Dijo Rodríguez que en los últimos días llegaron numerosos productores, sobre todo de soja, de otras provincias que vienen a comprar campos para ganadería y para biodisel.
"Es que el biodisel incorporo otro elemento fundamental; primero fue la "sojamanía" que desplazó a la ganadería hacia el norte. Y  este desplazamiento vino para quedarse", para añadir que el norte argentino  en general y la de Formosa, en particular, van a ser la zona ganadera quedando el biodisel y los granos para ser producidos en el sur.
"Y aunque también en Formosa se va a producir biodisel, seremos una de las zonas ganaderas por excelencia", remarcó.
Informó el titular de Tierras que hace pocos días estuvieron  en Formosa inversores cordobeses quienes  conjeturan que en cinco años en Formosa se registrarán una transformación impensada. Los visitantes dijeron a los productores y funcionarios locales: "Muchachos....ustedes no se dan una idea porque están viviendo y conviviendo acá. Esto en cinco años va a explotar".

La inclusión local

"Nosotros también coincidimos con ese concepto y por eso les señalaba que la preocupación del gobernador es que, cuando se dé ese proceso explosivo de la producción, esté incluida la gente de Formosa", expresó Rodríguez quien admitió que es esa la inquietud del gobernador Insfrán por lo que se ha determinado acelerar la regulación de la tenencia de la tierra a los productores locales y que después vengan todos los demás que quieran invertir y producir en la provincia.
"Pero lo fundamental que se nos ha inculcado es que cuando llegue el momento de esa explosión productiva, que ocurra con nuestra gente adentro, que esté incluida en el gran desarrollo por venir", enfatizó.
"Es por eso que prácticamente vivimos en el oeste para convencer al criollo de que cambio su modo de ver las cosas. Ahora no es necesario tener tantas hectáreas para producir. Con pocas y las modernas tecnologías se produce mucho mejor. En esta zona, son todos campos abiertos y entonces necesitan  3.000, 4.000 o 5.000 hectáreas. Y ahora con 1.000 hectáreas, se es rico acá", planteó.
La preocupación radica en saber si los productores actuales podrán soportar la presión de los compradores que están llegando del sur del país.
Por eso se estima  importante que soporten la presión de compra y de venta que va a haber.
El Instituto de Colonización y Tierras Fiscales calcula  que terminarán en tiempo y forma con  el plan de ordenamiento.
Los equipos están trabajando a full desde Las Lomitas hasta Juárez  y ya se tiene  para entregar más de 300 títulos. Calculan  que a mediados de octubre habrá 500 adjudicaciones  y van a quedar pendientes  unas mil más.
Se busca regularizarles la situación con la superficie adecuada para que todos los criollos puedan trabajar y desarrollarse.
Con 500 cuyas adjudicaciones están listas  va a faltar mucho menos.

Las adjudicaciones

Las adjudicaciones se realizan en función de distintas superficies. Hay ocupaciones que tienen alambrados y se le dan 1.000 o 2.000 hectáreas de acuerdo a la capacidad de trabajo y a la cantidad de hacienda que tengan con una proyección para que pueda desarrollarse pero en base a pasturas no en base a campo natural.  Ya no existe más la ganadería en el campo natural porque los montes del oeste son todos peladares.
Hay que hacer pasturas .En eso debe estar comprometido el estado porque sino no van a salir. Solos no van a hacer.
Se calcula que dentro de 10 o 15 años tiene que haber un millón de hectáreas de pasturas en los tres departamentos del oeste.
Lo que se pretende  es que en esta historia los productores lugareños, los criollos, también estén incluidos.
Porque es fácil que vengan cuatro, cinco, diez o quince empresas que compren todo .Y van a hacer un millón y dos millones de hectáreas de  pasturas.
Pero lo bueno es que los productores formoseños estén incluidos y esa es parte de la  responsabilidad y preocupación del estado provincial, según se afirma..
Por eso es que hay un trabajo muy arduo por delante que obliga a constantes y permanentes reuniones con  ellos .Estas cosas se están conversando porque es muy rápido lo que se esta produciendo.

Una tarea ardua

Los técnicos de Tierras no creen que la realidad los  pase por arriba. Pero es muy ardua la tarea porque son zonas muy alejadas, muy distantes unas de otras.
La reacción es buena. La presión de compra es lo que mas inquieta. Hasta ahora se está  manejando bien la situación aunque se teme que para  cuando tengan el titulo de propiedad pueda escapárseles de las manos.
En Juárez están pidiendo 150 dólares la hectárea cuando hasta no hace mucho  estaba a 50 o 60 pesos.
Se les sugiere que no vendan por ahora. Que esperen la regularización porque actualmente están sin papeles.
Pero la idea es incorporarlos al proceso productivo, que convivan los trabajadores o ganaderos de otras provincias con ellos.
Por eso a los que vienen a comprar, la condición que se les pone es que tienen que desarrollarse pero también todos los que viven a su alrededor.
Se pretende lograr una integración .En lugar de trabajar en una superficie de 2.000 o 3.000 hectáreas que es su campo que haga trabajar a todos los criollos sobre 20.000 hectáreas con todos los de su alrededor. Que se  maneje como empresario y que  gane mucha plata pero que también facilite para que lo hagan los criollos.
Eso es lo que se intenta a partir de un esquema de convivencia y de integración.
Son  tres las patas que coinciden en la ejecución de este esquema: el estado por un lado haciendo los caminos, la electrificación o el manejo de los recursos hídricos; el capitalista que viene ayudando a desarrollarse al resto y el hombre de campo formoseño.
Admite que esta obra de infraestructura aumenta el valor de las tierras en esa parte de Formosa.