Destacan el uso y protección de un recurso natural requerido a nivel internacional

Se estudia la población de curiyú, datos que permitieron demostrar el buen volumen de serpientes logrado durante años. También, se destaca el estado de las boas depende de las condiciones climáticas y otras variables ambientales, mientras que no es -hasta ahora- evidente el impacto de la caza.

El Programa de Uso Sustentable de la Curiyú se desarrolla en la provincia desde el 2002 a la fecha. El pasado 15 de mayo se inició la temporada de caza, decisión publicada en el Boletín Oficial el 3 de ese mes. Desde diferentes sectores se comunicaron con La Mañana para expresar su preocupación por "la caza que se realiza todos los años, desde hace 15, en esta reserva natural", hecho que fue calificado como "insólito y doloroso". Ante el planteo de los lectores, se consultó a diferentes áreas que están involucradas en el tema.

Desde el MPyA se marcó que en el desarrollo de este programa intervienen el Estado provincial, el nacional, la Fundación Biodiversidad y los residentes criollos y originarios de la zona del Bañado La Estrella.

El mismo contempla el seguimiento de datos previos a la habilitación comercial, así como el análisis minucioso de los que se obtendrán luego de las capturas de los ejemplares de eunectes notaeus (boa curiyú). Dichos datos permitieron demostrar que el volumen de serpientes logrado durante años, así como el estado de las poblaciones de curiyú, depende fundamentalmente de las condiciones climáticas y otras variables ambientales, mientras que no es -hasta ahora- evidente el impacto de la caza.

La caza regulada de esta especie se desarrolla en el Bañado La Estrella, que posee una superficie de más de 350.000 hectáreas; la misma la llevan a cabo 350 cazadores autorizados y habitantes del bañado, abarcando unas 40.000 hectáreas. El bañado es un refugio natural para la población de boas. En los controles realizados por el MPyA y la Fundación Biodiversidad, se comprueba la sustentabilidad de la actividad con una utilización racional.

Desde el MPyA, como hace ya 15 años, se informó del inicio de una nueva zafra para la caza de la boa curiyú y el aprovechamiento sustentable de este recurso natural. La zafra se extiende por tres meses y comenzó el pasado 15 de mayo. Biólogos de la Fundación Biodiversidad y los técnicos de la provincia realizaron los reconocimientos anuales in situ para determinar el estado y la disponibilidad de las serpientes en los ambientes.