La Reserva Guaycolec recibe a más de un centenar de familias por cada fin de semana

Es un lugar que permite recrearse y conocer diferentes especies animales, ubicado a 25 kilómetros de la ciudad

La Reserva de Animales Silvestres Guaycolec está abierta al público los sábados, domingos y feriados, de 9 a 16 horas, mientras que los días de semana están destinados a las tareas de mantenimiento, durante este período de vacaciones.


Uno de los encargados del centro de rescate, el veterinario Matías Castillo Giraudo, comentó a La Mañana que en cada jornada se realizan dos visitas guiadas: de 11 a 12 horas y de 14 a 15, que son los únicos dos momentos en que los visitantes pueden recorrer el sector del fondo, donde hay animales como los aguará guazú, unos 13 pumas, un mono tití originario de la amazona brasilera, monos carayá, tucanes, tapires, tortugas terrestres comunes y carvonarias, y guacamayos rojos, entre otras especies. 
  
Castillo Giraudo aclaró que en tiempos de clases, se habilita el predio en días de semana a las delegaciones escolares que quieran conocer la reserva, que deben hacer la solicitud por nota a la Dirección de Recursos Naturales y se organizan visitas guiadas. 

"Lo primero que debe saber la gente es que esta es una reserva que funciona como centro de rescate de animales, donde no se pueden cortar los árboles, tampoco cazar animales ni pescar. Todos los animales que tenemos son producto del decomiso del tráfico ilegal, porque los ejemplares silvestres son propios de la provincia y no pueden ser adueñados por el hombre porque pertenecen a la naturaleza. Es ilegal cazar y capturarlos para tenerlos como mascotas", señaló. 

Todas las especies con las que cuenta este lugar fueron rescatadas por efectivos de Gendarmería Nacional, Policía Ecológica y personal de la Dirección de Control y Fiscalización. 

El centro de rescate de animales está ubicado a escasos 25 kilómetros de la ciudad capital, se puede llegar por la ruta nacional 11 y permite disfrutar de experiencias por partida doble: por un lado, observar las numerosas especies autóctonas; y por otro, de un parque recreativo dotado de todas las comodidades para pasar una jornada de distención y entretenimiento, con parrilleros a disposición de los visitantes.