Una mujer pretendió sustraer dinero en un ómnibus y fue detenida

Una mujer de 47 años fue detenida por la Policía cuando un hombre de 63 años advirtió la maniobra bajo la modalidad "punguista" en un transporte urbano de pasajeros.

Todo ocurrió minutos después de las 08:30 horas del jueves último, cuando dos efectivos policiales se encontraban realizando servicio de prevención entre el Correo Argentino de esta ciudad capital y la parada del transporte urbano de pasajeros ubicado en el sector.

En medio de ese trabajo preventivo observaron un ómnibus que circulaba sobre la calle José María Uriburu, cuyo conductor al llegar a la avenida 9 de julio le hacía seña de luces de manera insistente; esa situación llamó la atención de los uniformados, acercándose rápidamente al colectivo.

Cuando el ómnibus detuvo su marcha, se entrevistaron con un hombre de 63 años que se encontraba como pasajero, muy nervioso, quien refirió a los efectivos que minutos una mujer introdujo la mano en su bolsillo con intenciones de sustraerle dinero en efectivo, pero que no logró su cometido porque se dio cuenta de la maniobra delictuosa.

En ese momento, los demás pasajeros sindicaron a una mujer como la presunta autora del ilícito, que también viajaba en el micro como pasajera, procediéndose a la aprehensión de una mujer de 47 años a quien se le hizo descender. 

Posteriormente se solicitó la presencia de una mujer de la fuerza, acudiendo al requerimiento la zona I del Comando Radioeléctrico Policial, quien le realizo el cacheo por razones de seguridad, sin encontrarse ningún elemento con el cual pueda atentar contra la vida de los uniformados.

La mujer fue trasladada a la Comisaría jurisdiccional, donde radico formal denuncia la víctima iniciándose al respecto una causa judicial, notificándose situación procesal a la mujer quien fue alojada en la Unidad Penitenciaria Provincial N° 2 a disposición de la justicia. 

El modus operandi de los punguistas es aprovechar el descuido de su víctima, tratar de meter la mano dentro de cualquiera de los bolsillos, sustraer billetera, teléfono celular o cualquier otro objeto de valor y alejarse del lugar. 

Una vez cometido el ilícito, sutilmente entregan al cómplice el elemento robado, impidiendo de esta manera que si son observados no se halle entre sus pertenencias el objeto sustraído.

Luego revisan el botín, sacan el dinero, tarjetas de crédito y arrojan el resto a los cestos de basura, detrás de carteles pegados a la pared, o cualquier otro lugar.

En los transportes públicos operan en horas de mayor afluencia de pasajeros. Se los distingue por llevar un bolso vacío o una mochila siempre por delante, un saco o campera colgadas del brazo. Con esos elementos disimulan su accionar, interponiéndolo entre ellos y la víctima, allí también esconden el producto del robo en forma momentánea hasta que lo pasan al otro malviviente.


* Foto ilustrativa