El lunes 29, en la Institución Privada General San Martín, se vivió una mañana diferente, invadida por la melancolía, las emociones pero a la vez con el ímpetu de seguir inculcando a los jóvenes, un valor fundamental: la solidaridad. Con un pequeño acto realizaron un homenaje por los 25 años del "Proyecto Cristian", que consiste en el gesto de responsabilidad y generosidad de ayudar todos los años, a través de donaciones, a la Escuela Especial N° 1. Un gran gesto llevado a cabo y coordinado en cada ciclo lectivo por los estudiantes del 5°I de dicho establecimiento.
La historia comenzó en el año 1993 en el colegio San Martín, en donde asistía al 5° I un joven de estatura alta, delgado, piel morena y con una característica particular: era muy solidario. Debido a un robo, que en ese entonces había sufrido la Escuela Especial N° 1, Cristian González tuvo la cálida idea de ayudarlos juntando donaciones. Era un joven que creía que podía mejorar la sociedad realizando buenas acciones e incentivando a sus más allegados a que sean parte de tan pretencioso deseo. En la clase de Educación Física, Cristian sufrió una descompensación, de la cual no pudo volver, dejando inconcluso su propósito y creando un vacío enorme en el corazón de sus padres, familia, amigos y profesores. A partir de ahí, su sueño se convirtió en el de sus compañeros de curso, el de una docente y con el tiempo, el de toda la institución educativa. "La profesora Maurin Martin, que en ese entonces estaba en la asignatura de Psicología, como forma de contener a los estudiantes que estaban muy dolidos por lo ocurrido (...) los invitó (...) a terminar con el proyecto que él empezó. Esta iniciativa contagió al resto del 5° I y las donaciones empezaron a juntarse hasta lograr la cantidad necesaria para poder darle vida a lo que hoy se llama Proyecto Cristian", comentó orgullosa la Profesora de Psicología, Karina Portillo.
La actividad, es coordinada por un curso específico, pero el compromiso es de todo el colegio. Durante todo el año, se realizan carteles, afiches en donde se recuerda al cuerpo institucional la existencia de este proyecto. Con ello, se busca lograr que colaboren con diferentes materiales que la Escuela necesite en ese momento. Es importante aclarar, que esta acción se realiza no por la ausencia de un Estado Gubernamental y Educativo, sino por la continuidad de un deseo que empezó con un estudiante y que fue apropiado por el establecimiento, ya que la solidaridad por el prójimo es una de las acciones por la que más trabaja la actual gestión provincial. "El gesto solidario no sólo se ve en la entrega de los materiales, sino también en el hermoso momento que pasan cuando están juntos: juegan, bailan, cantan, comparten una jornada cargada de nuevas experiencias. Aparte, según testimonios de las maestras, los alumnos de la Escuela Especial esperan contentos y ansiosos a los nuestros, es decir, se creó un vínculo muy lindo", agregó la profesora.
Por otra parte, la madre de Cristian expresó muy emocionada: "Para mí, mi hijo sigue vivo en cada uno de los jóvenes que cada año cargan en sus espaldas el sueño de Cristian y no dejan de trabajar hasta cumplirlo. Me siento muy orgullosa de ellos, por lo que hacen y logran. Siempre estuve muy agradecida y lo seguiré estando".
Estos actos, implican responsabilidad, dedicación, esfuerzo y compromiso y no podrían ser posibles si no existiera un cuerpo educativo que los apoye e incentive a realizarlo. La educación formoseña está compuesta no solo por pedagogías que ayudan al crecimiento de conocimientos, sino también en estos hechos basados en la solidaridad y humanismo que dejan un gran aprendizaje que ningún libro puede enseñar. Saber que personas con corazón tan noble son parte del sistema educativo, mantiene viva la esperanza de seguir formando jóvenes con futuros exitosos.