Este es el resultado de la articulación de acciones entre la Policía de la provincia y la Dirección de Bromatología Municipal.
El trabajo conjunto entre la Policía de la provincia y el cuerpo de inspectores de la Dirección de Bromatología Municipal permitió clausurar alrededor de 100 comercios en lo que va del año en distintos barrios de la ciudad.
En todos los casos, las distintas unidades operativas de la fuerza policial sorprendieron a los propietarios de negocios en plena comercialización de bebidas alcohólicas después de las 23 horas, lo que representa una clara transgresión a la normativa municipal vigente.
Estos procedimientos se enmarcan en el fuerte trabajo de concientización dirigido a los comerciantes, a quienes se les pide que eviten vender alcohol a menores a toda hora y a los adultos luego de las 23, medida que permite reducir por un lado la cantidad de personas alcoholizadas en la vía pública y por otro favorece a la seguridad pública.
Según los datos que maneja la Policía de la provincia, desde el 1 de enero de este año hasta ayer, el Comando Radioeléctrico Policial realizó en sus Seis Zonas unas 60 intervenciones por venta de bebidas alcohólicas, de los cuales 37 casos terminaron en sumarios con intervención de la justicia por no tener la autorización para desempeñar esa actividad o directamente carecer de habilitación municipal.
Por su parte, el despliegue de la Unidad Regional Uno permitió detectar 30 comerciantes que expendían al público alcohol después de la medianoche, lo que derivó en la colocación de 20 bajas de clausura de los inspectores de Bromatología Municipal. En 10 casos se labraron las actas de infracción por la falta cometida.
El amplio dispositivo incluyó a los distintos barrios de la ciudad capital, incluido los del Distrito Cinco, donde la Delegación de la UR-1 constató faltas similares en las jurisdicciones de las comisarías Séptima y Quinta y de las subcomisarias República Argentina, Antenor Gauna y Namqom.
Además de las actas de infracción y los sumarios contravencionales, se dio intervención al personal municipal para la clausura de los locales comerciales.
Como la función primera de la Policía es garantizar la seguridad ciudadana, la institución policial vuelca sus mayores esfuerzos en la planificación de tareas para optimizar sus recursos humanos y logísticos, a fin de conseguir la eficacia en las acciones.
En ese sentido, gana fuerza la articulación de esfuerzos con la Dirección de Bromatología Municipal para explicar a los comerciantes de los barrios que la venta de bebidas alcohólicas está permitido sólo hasta las 23 horas, según lo establece la norma vigente.
Al trabajo de concientización y persuasión, se suma la de sancionar a aquellos propietarios de kioscos y almacenes que buscan lucrar a través de la transgresión a la ordenanza municipal, con el riesgo que eso representa para la seguridad de la comunidad en general.
Desde la institución policial se remarcó que este tipo de operativos conjuntos con la Municipalidad continuarán en los distintos sectores de la ciudad para llevar tranquilidad a los vecinos y garantizar el cumplimiento de las legislaciones tanto en el orden municipal como provincial.
El trabajo en materia de seguridad pública no sería posible sin el apoyo del Estado y de la Comunidad en su conjunto, quienes son fundamentales protagonistas en marcar una visión y fijar objetivos claros hacia los cuales se avanza en forma sostenida.