La Colonia Formosa

Al efectuar el reconocimiento de las riberas formoseñas en 1879, Luis Jorge Fontana tuvo en cuenta las exigencias de la estrategia militar, el comercio y la colonización. En el informe presentado al gobernador del Chaco, Lucio V. Mansilla, indicaba que el lugar elegido para la fundación de una villa y el establecimiento de una colonia era precisamente Formosa, apto por la calidad de las maderas y de los pastos y porque allí podrían prosperar diversos cultivos.

Apenas instalado el pueblo fueron radicándose familias de inmigrantes, especialmente de italianos y austriacos. El gobernador José María Uriburu afirmaba que los primeros colonos "a su llegada a Formosa han sufrido epidemias, viviendo meses enteros en carpas al lado de la barranca; se los colocó en los peores terrenos, y a fuerza de constancia y laboriosidad han hecho poblaciones en donde hoy (1898) con los mayores recursos nadie quiere establecerse".

Los informantes coinciden en señalar que al llegar a la villa la mayoría de los inmigrantes vieron frustradas sus esperanzas; la amargura y el desánimo los atrapó al ver el monte y las sabandijas y comprobar la soledad que los rodeaba. No faltó en ese momento que alguna mujer cayera víctima de una estado depresivo. Los que aún poseían un poco de dinero regresaron, pero el resto quedó para afrontar con valentía la nueva vida. El objetivo del viaje era "hacer la América ahora estaban en ella". Al quedar desalojada Villa Occidental en 1879 algunos italianos pasaron también a la nueva capital de la Gobernación del Chaco: Formosa.

Las cifras que conocemos, publicadas en los periódicos de la época, deben ser estudiadas más detenidamente.

LAS FAMILIAS

Hemos esbozado un listado de nombres de familias de los inmigrantes que poblaron la colonia durante la etapa fundacional. Algunos apellidos han desparecido, lo cual quiere significar que no han dejado descendencia o han abandonado el lugar o, en otros casos, se refieren a mujeres. Existen inconvenientes para elaborar una nómina completa, pues muchos apellidos quedaron registrados tal como eran pronunciados o en otros casos, el registro que hacían los funcionarios deformaban los apellidos.

En una publicación editada en ocasión del Cincuentenario de fundación de la ciudad de Formosa (1929), auspiciada por la Asociación Italiana de S.M: "Savoia", queda expresada una interesente referencia a los italianos que lograron su radicación en este sitio. También elaboró un listado Alejandro Cecotto en su "Historia de Formosa" publicada en 1957.

No todos los inmigrantes que llegaron a Formosa sabían leer y redactar, algunos apenas sabían firmar y otros no escribían sus nombres. El flujo de estos extranjeros se produjo ya sea en forma individual o conjuntamente con sus familiares. Los nuevos matrimonios, gestados en tierra formoseña, quedaron conformados entre los mismo miembros de la colectividad, dejando numerosos descendencia. Los hombres no buscaron sus esposas en la villa porque era muy pequeña y en un principio era considerada como un asentamiento militar.

La vida familiar se genera y se desarrolla en la colonia, logrando en la villa satisfacer otras necesidades (comerciales y religiosas principalmente)..

Con la ayuda de los registros parroquiales hemos elaborado un listado de familias, del cual solo damos aquí una nómina parcial a manera de ejemplificación. Los nombres de familias que han quedado documentadas en Villa Occidental y que luego se repiten en Formosa son:

Demarchi, Gemetro, Ferrari, Morra, Zambrini, Llorenti, Pizzutto, Giacopini, Giamelli, Moiraghi y Terantini.

Los que aparecen en la villa y colonia Formosa son:

Ambrosio, Achille, Abate, Aloisietti, Agostini o D'Agostini, Bibolini, Bin, Binda, Brunelli, Bertuol, Beninca, Brovedan, Bonaccio, Capra, Capello, Cragnolini, Colussi, Canesín, Ckiuki, Cassani, Crsitanchi, Camaratta, Cecotto, Ciconet, Del Turco, Del Vito, D'Augero, Dal Farra o Dalfaro, Dell'Agnolo, Dambra, Danieri, Fantoni, Facchini, Filipigh, Fantini, Giorgini, Carlago, Gon, Giacopello, Gada, Lischetti, Lecirsa, Lavecchia, Lotto y Loadles.

El grupo se acrecienta con Marighetti, Malich, Migliarino, Moiraghi, Montibeller, Martini, Mosetich, Malgarini, Maglietti, Montesano, Marchi, Mantovani, Nicolini, Oclepo, Oliva, Parola, Princich, Pellizario, Puccini, Paulina, Pernochi, Rigonatto, Reolón, Rossan Ramella Rinaldello, Stefani, Sinchich, Sperandío, Sbardella, Savaris, Somacal, Torresani, Tumburús, Traghetti, Venica, Vallarrey, Zanín y Cobetto. La nómina puede ser ampliada con Doilio, Colondrelli, Dacunte y Demichelis.

PROCEDENCIA

De acuerdo con los rastreos efectuados ha sido comprobado que los inmigrantes procedían de las siguiente regiones: Piamonte, Lombardía, Véneto, Tirol. Friuli-Venecia Julia, Toscana, Abruzos, Liguria, Trentino, Marcas, Cerdeña, Basilicara, Sicilia, Emilia-Romaña, Capañia y Calabria. En cuanto a las provincias quedan registradas Turín, Venecia, Udine, como Belluno, Gorizia, Milán, Trento, Génova, Roma, Bérgamo Nápoles, Trieste, Teggio Calabria, Alejandría y la Spezia.

ACTIVIDADES

El emigrante italiano trabajó en Formosa como agricultor, constructor, ganadero, comerciante, hotelero, industrial, carpintero, empleado público, de compañía fluvial o de comercio, oficial de ejército o de policía, obrajero, técnico, maestro, músico, médico, zapatero, cocinero, farmacéutico, empleado en la construcción del ferrocarril, agrimensor, herrero, sastre, ladrillero, contador, agrónomo, carbonero, artesano, jornalero, constructor naval, etc.

Las mujeres también trabajaban en la chacra en le huerta, el tambo, en los quehaceres domésticos, como parteras, cocineras, modistas y en los trabajos más variados ayudando al hombre. Aún no se ha elaborado un estudio más profundo del papel de la mujer en la vida formoseña.