Era
la decisión de un Presidente que demostró,
en la historia misma que era un estadista. Mucho sufrió
el pueblo antes de reconocerlo. De a poco, durante su gobierno
se fueron incorporando provincias argentinas, a las pocas
que existían en ese momento. Misiones, Chaco, La
Pampa, y junto con Formosa; Neuquén, Río Negro,
Chubut, y la provincia Patagonia, que incluía Santa
Cruz y Tierra del Fuego, con la Antártica y sus islas.
Luego del 55, se dividió en la Provincia
de Santa Cruz y subsistió el Territorio nacional
de Tierra del Fuego hasta 1990 en donde se constituyó
en Provincia, la última de las provincias argentinas.
Pero fue Perón quien reconoció la propia identidad
formoseña y la incorporó al mapa nacional
"curva en el costado norte de la Patria", al decir
de De Vita y Lacerra.
Quiero ser sincero, cuando me invitaron
a venir a Formosa, no sabía bien donde quedaba. Tuve
que ver el mapa, averiguar que colectivo venía y
aguantar muchas horas de viaje. Todo por asfalto. Llegué
por la vieja ruta 11. Todavía estaba el aeroclub,
donde ahora está el estadio. A unos metros enfrente
un boliche nocturno, y enseguida el cementerio, a unos poco
metros del centro.
Llegué
a una estación, que ahora, por ese destino
que siempre existe y que se nos presenta a diario, está
a metros de donde estoy escribiendo estas líneas,
sí, aquí en la calle Brandsen al 200. Con
el correr de mis primeros días conocí la cárcel,
en pleno centro, el Ser San, Baires, Calviño, o El
Ancla, la Catedral, Karamba, las pocas calles asfaltadas,
los pocos barrios que existían, las muchísimas
zanjas y la hermosura de los chivatos en flor.
Pero
conocí algo que no había visto. Un
pueblo con esperanza, un pueblo con fe, un pueblo que quería
integrarse a una nación que retaceaba su mano. Si
bien se habían terminado los eternos viajes por el
río, los inhumanos viajes por el barro de los caminos,
y el peligroso hidroavión, las comunicaciones eran
copadas por el país vecino.
"Vete, vete, te digo que te vetes" de
Radio Boquerón en un recordado radioteatro, los canales
de TV paraguayos con las torres altas de las antenas móviles
de todos los formoseños , hacía que muchos
niños de la ciudad capital y del interior creyeran
que el General Stroessner era su presidente.
Pero fue en otro gobierno peronista cuando,
el "Señor de las Corbatas", Raúl
Lastiri prometiera en las escalinatas de la casa de Fotheringan
el canal de TV para Formosa. Ramón Rosa Barrionuevo
y el malogrado Hugo Daniel Pequeño, junto con Luis
Diez , el Ing. Bárbaro y el General Colombo, como
gobernador de facto, lo llevaron a cabo. |
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Y
así, conectado con el país, con
el inicio en 1955, Formosa fue creciendo de una manera
que no nos hemos dado cuenta ¿Cuántos barrios
se unieron a nuestras vidas en estos últimos 25
años? ¿Cuántos comercios tomaron
la posta de los que se fueron y siguen adelante?
Sí,
no está más el Ser San, ni Karamba,
ni el cine Argentino, ni Baires, ni Calviño, pero
vinieron otros con el mismo empuje, con el mismo cariño,
con la misma devoción.
Cincuenta años no es nada en la vida de
una provincia. Todavía viven muchos de los gestores
de esa proeza ¿Que cometemos errores? Sí
es cierto. Pero ¿Quién hubiese pensado hace
treinta años, que en el lugar donde estaban los
guinches existiría la costanera, orgullo de todos
nosotros? Creo que nadie ¿Que todavía hay
pobreza? Sí es cierto, pero para erradicarla tenemos
que juntarnos y para eso nos falta un poco.
Pero
algo es cierto, que en cincuenta años
Formosa dejó de ser una aldea para convertirse
en ciudad, de ser un monte inexpugnable a ser una provincia
con un corredor bioceánico en pronta concreción.
Ud.,
pensará que podríamos estar mejor,
yo estoy convencido que de que vamos a estar mejor, pero
aún con el olvido de muchos años de nuestra
nación, es mucho lo que se ha hecho con el esfuerzo
de todos y cada uno de los formoseños.
El Formoseño se ha dado cuenta de
que es capaz de pelarle a cualquiera en cualquier campo.
Tenemos
nuestros propios profesionales, Ios que saben que
el que no se actualiza queda atrás. Nos falta educar
a nuestra juventud, a darles esperanzas ciertas de una ocupación,
a darles una profesión que les permita trabajar y
ser felices.
Nos
falta, claro que nos falta. Sin embargo, de los
errores se sacan las enseñanzas. Hemos aprendido
mucho, mas no todo. Pero sea justo, mire por sobre su hombro,
para atrás, y vea. Vea el progreso que se ha parado
frente a su casa.
Eso no se los regaló nadie de afuera,
todo se debe al esfuerzo de formoseños que quieren
un futuro mejor para su provincia. Hay muchos que todavía
no son escuchados. Pero dicen los que saben que la organización
vence al tiempo, yo creo que también la inteligencia
es la que lo vence, y así será. |