Es
el caso de Ciriaco. Si !!. Ciriaco a secas, sin más
aditivo que la honestidad, el respeto y la voluntad de ayudar, a
quienes solicitaban de su colaboración.
b en vida, un singular personaje de Formosa, que vivió a
su manera y supo ganar amigos, donde abundaron aquellos que nunca
se preocuparon por su existencia y otros, solo algunos,que, muchas
veces, le tendieron una mano para seguir entre nosotros, desparramando
sonrisas o extendiendo esa mano derecha, pequeña por su contextura
física, pero demasiado grande a la hora de la sinceridad,
que se sentía en ese fuerte apretón que era una parte
de su forma de expresar el sentimiento o el cariño hacia
sus seres queridos.
Ciriaco, nacido en el barrio San Miguel, nunca
quiso ser menos que los famosos futbolistas o los grandes músicos
o cantores que ofrendó a Formosa ese querido, añorado
y recordado barrio San Miguel.
Ni como cantante, músico o futbolista pudo
sobresalir, ya que su preparación intelectual, posiblemente,
no lo permitió. Pero a la hora de demostrar voluntad, lealtad
y cariño, fue el primero en anotarse, sin buscar recompensa,
solo pidiendo en silencio un poco de afecto, ternura y compresión
.
Ciriaco nunca buscó, ni tuvo abundancia
en la vida. Era un personaje de Formosa que vivió el momento,
sin pensar en el mañana. Su figura diminuta era fácil
de advertir por las calles de Formosa, dentro o fuera de un escenario
deportivo, lejos del ruido, la riña callejera o la compañía
de iracundos o desconocidos.
Vaya
uno a saber que sentimientos pasaban por su mente. O
cuanto dolor ocultaba ese cuerpo pequeño... pero de corazón
grande.
Lo poco visible de su existencia es que optó
por los colores de Chacra 8 para ser un fiel simpatizante del
club, motivado, tal vez, por esos colores rojo y blanco de su
querido Partido Radical, donde la militancia nunca lo tuvo entre
sus filas, simplemente porque a él le gustaba y nunca habrá
querido tener protagonismo, ni en Chacra 8, ni en el radicalismo.
Ciriaco fue tan honesto consigo mismo, que sin
pretenderlo, nos dejó una hermosa lección de simpleza,
conformismo, honradez y ternura.
Nunca
lo vimos agresivo, exultante o desprolijo en su conducta.
Nunca fue más allá de alguna tímida protesta
contra un árbitro de voley o basquet, por lo que el consideraba
una equivocación de quien era el encargado de impartir
justicia.
Hay que comprender...y aqui esta el mensaje de
este emocionado recuerdo, que Ciriaco vivió gran parte
de su existencia sin el calor de un hogar que lo haya cobijado
para calmar sus ansiedades o tal vez su impotencia de lograr lo
que, seguramente, alguna vez quiso ser en la vida.
Había que estar en el cuero de Ciriaco
para saber si en el amanecer de un nuevo día iba a tener
un plato de comida, una ropa limpia o un baño reparador.
Había que estar en el cuero de Ciriaco para llevar el estandarte
de la orfandad, el rechazo y la mezquindad de esta sociedad que
nos rodea.
Había que estar en el cuero de Ciriaco
al pasar por frente a un restaurant lleno de comensales, disfrutando
del momento de una rica comida o frente a la vidriera de una tienda
con modernos pantalones o relucientes remeras y camisas, por qué
no un par de zapatillas que reemplacen esas bigotudas alpargatas
que algún generoso amigo le habrá entregado como
muestra de cariño.
Había
que estar
en el cuero de Ciriaco, cuando al apagarse las luces de algún
estadio todos se dirigían hacia sus respectivos hogares
buscando el descanso necesario después de una intensa jornada.
|
|
Y...Ciriaco
habrá tenido un lugar fijo donde refugiarse en las calurosas
noches formoseñas o en la rigidez de una baja temperatura?
Nunca se supo acerca de su destino al finalizar el día.
Lo
único cierto es que en el amanecer, ya estaba
de pie, como desafiando al tiempo, pero siempre con la sonrisa
franca y la mano extendida, sin detenernos a pensar si nuestro
querido Ciriaco ya tuvo la posibilidad de disfrutar de un rico
mate cocido negro y alguna galleta.
Es cierto... y no lo podemos negar que el consumo
de alcohol fue, seguramente, el bálsamo necesario para
ahogar tantas penas. Si, es cierto, que algunas copas de más
sirvieron para mitigar su dolor. Como tampoco nadie podrá
ocultar esa falta de cariño, comprensión y ternura
que adornó su existencia.
Es
cierto que algunas veces lo vimos con el rostro desencajado
y una floreciente barba. Es cierto que no disponía de un
frondoso vestuario y que la ropase repetía con notable frecuencia.
Pero la vida errante que llevaba, lo convertía en un personaje
singularque hoy... lamentablemente...ya no está!!!
Ciriaco fue un enamorado de voley y posiblemente,
en menor medida del basquet. Por eso, en más de una oportunidad
se lo vio como utilero, pasa pelota y hasta aguatero en algún
club de nuestro medio.
Esa era su vida. Alentar a los deportistas. Disfrutar
de los triunfos y hasta sollozar en la adversidad de su resultado.
Por eso lo quisimos. Por su simpleza. Por su conformismo.
Por su sonrisa, que más que una sonrisa era una carcajada
a la vida.
Querido
Ciriaco.
Desde el lugar en que te encuentres. Con la misma
imagen que te conocimos. Como un duende sin tiempo. Te rendimos
este homenaje tardío, para resaltar que no se necesita de
buena ropa, ni de comida abundante, ni de dinero en la billetera
para ser feliz como lo fuiste, a tu manera, sencillo, cordial, honrado,
tan igual o mejor que cualquiera, como Dios quiso que sea, llevándote
de este mundo nada menos que en el "Día de los enamorados",
ese 14 de febrero de 2005 donde la frivolidad estaba presente con
ramos de rosas rojas y hermosos mensajes de amor, cuando al lado
de tu ataúd, solo unas pocas flores marchitas velaban tu
ultimo sueño.
Ciriaco. Sabemos que es tarde. Sabemos que siempre
habrá un espacio vacío en un estadio. Pero difícil
es olvidarte... porque, sin quererlo, nos diste la hermosa lección,
nunca aprendida por hombres y mujeres, que sin nada... también
se puede cosechar el fruto de la amistad. |
|