Osvaldo Lescano
 
 
"Existen muchas personas en el mundo que no necesitan del apellido para hacerse querer. Es más...muchos seres vivientes, en esta tierra, sienten como un peso difícil de sobrellevar...ese apellido que no dice nada, pero que forma parte de la existencia.
 
Es el caso de Ciriaco. Si !!. Ciriaco a secas, sin más aditivo que la honestidad, el respeto y la voluntad de ayudar, a quienes solicitaban de su colaboración.

b en vida, un singular personaje de Formosa, que vivió a su manera y supo ganar amigos, donde abundaron aquellos que nunca se preocuparon por su existencia y otros, solo algunos,que, muchas veces, le tendieron una mano para seguir entre nosotros, desparramando sonrisas o extendiendo esa mano derecha, pequeña por su contextura física, pero demasiado grande a la hora de la sinceridad, que se sentía en ese fuerte apretón que era una parte de su forma de expresar el sentimiento o el cariño hacia sus seres queridos.

Ciriaco, nacido en el barrio San Miguel, nunca quiso ser menos que los famosos futbolistas o los grandes músicos o cantores que ofrendó a Formosa ese querido, añorado y recordado barrio San Miguel.

Ni como cantante, músico o futbolista pudo sobresalir, ya que su preparación intelectual, posiblemente, no lo permitió. Pero a la hora de demostrar voluntad, lealtad y cariño, fue el primero en anotarse, sin buscar recompensa, solo pidiendo en silencio un poco de afecto, ternura y compresión .

Ciriaco nunca buscó, ni tuvo abundancia en la vida. Era un personaje de Formosa que vivió el momento, sin pensar en el mañana. Su figura diminuta era fácil de advertir por las calles de Formosa, dentro o fuera de un escenario deportivo, lejos del ruido, la riña callejera o la compañía de iracundos o desconocidos.

Vaya uno a saber que sentimientos pasaban por su mente. O cuanto dolor ocultaba ese cuerpo pequeño... pero de corazón grande.

Lo poco visible de su existencia es que optó por los colores de Chacra 8 para ser un fiel simpatizante del club, motivado, tal vez, por esos colores rojo y blanco de su querido Partido Radical, donde la militancia nunca lo tuvo entre sus filas, simplemente porque a él le gustaba y nunca habrá querido tener protagonismo, ni en Chacra 8, ni en el radicalismo.

Ciriaco fue tan honesto consigo mismo, que sin pretenderlo, nos dejó una hermosa lección de simpleza, conformismo, honradez y ternura.

Nunca lo vimos agresivo, exultante o desprolijo en su conducta. Nunca fue más allá de alguna tímida protesta contra un árbitro de voley o basquet, por lo que el consideraba una equivocación de quien era el encargado de impartir justicia.

Hay que comprender...y aqui esta el mensaje de este emocionado recuerdo, que Ciriaco vivió gran parte de su existencia sin el calor de un hogar que lo haya cobijado para calmar sus ansiedades o tal vez su impotencia de lograr lo que, seguramente, alguna vez quiso ser en la vida.

Había que estar en el cuero de Ciriaco para saber si en el amanecer de un nuevo día iba a tener un plato de comida, una ropa limpia o un baño reparador. Había que estar en el cuero de Ciriaco para llevar el estandarte de la orfandad, el rechazo y la mezquindad de esta sociedad que nos rodea.

Había que estar en el cuero de Ciriaco al pasar por frente a un restaurant lleno de comensales, disfrutando del momento de una rica comida o frente a la vidriera de una tienda con modernos pantalones o relucientes remeras y camisas, por qué no un par de zapatillas que reemplacen esas bigotudas alpargatas que algún generoso amigo le habrá entregado como muestra de cariño.


Había que estar
en el cuero de Ciriaco, cuando al apagarse las luces de algún estadio todos se dirigían hacia sus respectivos hogares buscando el descanso necesario después de una intensa jornada.


 

Y...Ciriaco habrá tenido un lugar fijo donde refugiarse en las calurosas noches formoseñas o en la rigidez de una baja temperatura? Nunca se supo acerca de su destino al finalizar el día.

Lo único cierto es que en el amanecer, ya estaba de pie, como desafiando al tiempo, pero siempre con la sonrisa franca y la mano extendida, sin detenernos a pensar si nuestro querido Ciriaco ya tuvo la posibilidad de disfrutar de un rico mate cocido negro y alguna galleta.

Es cierto... y no lo podemos negar que el consumo de alcohol fue, seguramente, el bálsamo necesario para ahogar tantas penas. Si, es cierto, que algunas copas de más sirvieron para mitigar su dolor. Como tampoco nadie podrá ocultar esa falta de cariño, comprensión y ternura que adornó su existencia.

Es cierto que algunas veces lo vimos con el rostro desencajado y una floreciente barba. Es cierto que no disponía de un frondoso vestuario y que la ropase repetía con notable frecuencia. Pero la vida errante que llevaba, lo convertía en un personaje singularque hoy... lamentablemente...ya no está!!!

Ciriaco fue un enamorado de voley y posiblemente, en menor medida del basquet. Por eso, en más de una oportunidad se lo vio como utilero, pasa pelota y hasta aguatero en algún club de nuestro medio.

Esa era su vida. Alentar a los deportistas. Disfrutar de los triunfos y hasta sollozar en la adversidad de su resultado.

Por eso lo quisimos. Por su simpleza. Por su conformismo. Por su sonrisa, que más que una sonrisa era una carcajada a la vida.

Querido Ciriaco.

Desde el lugar en que te encuentres. Con la misma imagen que te conocimos. Como un duende sin tiempo. Te rendimos este homenaje tardío, para resaltar que no se necesita de buena ropa, ni de comida abundante, ni de dinero en la billetera para ser feliz como lo fuiste, a tu manera, sencillo, cordial, honrado, tan igual o mejor que cualquiera, como Dios quiso que sea, llevándote de este mundo nada menos que en el "Día de los enamorados", ese 14 de febrero de 2005 donde la frivolidad estaba presente con ramos de rosas rojas y hermosos mensajes de amor, cuando al lado de tu ataúd, solo unas pocas flores marchitas velaban tu ultimo sueño.

Ciriaco. Sabemos que es tarde. Sabemos que siempre habrá un espacio vacío en un estadio. Pero difícil es olvidarte... porque, sin quererlo, nos diste la hermosa lección, nunca aprendida por hombres y mujeres, que sin nada... también se puede cosechar el fruto de la amistad.

 
 
15
-Julio / Agosto de 2005
 
Página 14 - Indice - Página 16