LA
U.E.S.EN FORMOSA
Si
les conté lo de la huelga, fue para legitimar
mis conceptos sobre qué era la Unión de Estudiantes
Secundarios de Formosa. Llegué a ella por mérito
de cierta forma gremial y estando en ella, no siendo del pensamiento
peronista, nunca fui molestado, sino por el contrario recibí
atenciones.
No
era peronista porque abrevé del socialismo en
cuadernillos que aparecieron en una caja de zapatos en un rancho
con techo de pajas que estaba detrás de la biblioteca Ruiz
Moreno y cuya colección se llamaba El Pequeño Libro
Socialista. En aquella época la diversión de los
estudiantes era hurgar estanterías y libros y discutir
conceptos con compañeros o amigos o adversarios.
Abracé
al socialismo con otros compañeros aunque luego
algunos se pasaron al peronismo y lo siguen siendo hasta hoy.
Yo también hasta hoy sigo en la ideología socialista,
pese a que las condiciones mundiales del mercado han cambiado
para mal de los derechos del trabajo y la legislación obrera
universal, y que dogmáticamente, si desarrollamos la dialéctica
materialista en el análisis político de nuestro
pasado presente y futuro, el socialismo debe actualizarse para
encajar en el marco actual.
Pero
sigo siendo socialista por el razonamiento dialéctico
de los aconteceres sociales y su sana conducta política
de manos limpias y uñas cortas. Posiblemente se va a llegar
a la justicia social, pero ya no por el camino del socialismo
democrático al que pertenezco.
Hoy,
siendo socialista, políticamente adhiero decididamente
al modelo provincial del gobernador justicialista Gildo Insfrán,
y no lo manifiesto por subalternidades, sino porque encarna ideales
de justicia social posibles, al ubicar en su Modelo Provincial,
como centro principal de atención política al hombre
trascendente, de la misma manera que defiendo la distribución
de la riqueza a que aspira el presidente Kirchner, desde las economías
regionales luchando como lo hace tenazmente contra el imperialismo;
y ninguno de los dos son socialistas.
Cuando
cae el gobierno de Perón el 16 de setiembre de
1955, viene de inmediato a la provincia la intervención
federal. El interventor militar de carrera era coronel, apellidaba
García Cuervas y hacía cumplir las órdenes
de desperonización emanadas desde la Capital Federal, entre
las que figuraba hacer desaparecer a la UES y así lo resuelve
por decreto ley provincial.
Quienes
conformábamos la UES en Formosa, no estábamos
dispuestos a renunciar a nuestra organización estudiantil
que realmente defendía al estudiantado sin uso político
y conformamos ante su disolución, la AES (Asociación
de Estudiantes Secundarios).
Para
darle marco legal debíamos organizar una Asamblea
Pública para la aprobación de sus Estatutos, que
realizamos en el Cine Italia un soleado domingo a las 9 horas
de la primavera del 55.
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Mientras leíamos los nuevos Estatutos desde
el escenario y por micrófonos algunos de los integrantes
de la comisión de la ex UES, ante aproximadamente unos ochenta
estudiantes y explicábamos el por qué de los cambios,
irrumpieron en la sala del cine unos cuatrocientos estudiantes secundarios
con pancartas de una pretendida e inexistente Federación
de Estudiantes Libres (FEL) dirigidos por estudiantes universitarios
provenientes de Buenos Aires, que llenaron toda la sala quedando
inclusive gente parada.
Unos
cuantos subieron de prepo al escenario pidiendo a gritos
los micrófonos, que por supuesto se los cedimos y comenzaron
a vociferar argumentos que todos sabíamos tenían contenido
político alejados de nuestra realidad.
Cuando
se cansaron de arrinconarnos (éramos cuatro contra
unos quince) alguien gritó que se invitaba a todos los presentes
a manifestar por la Avenida 25 de Mayo hasta el busto del General
Urquiza, para hacer saber que el estudiantado formoseño era
democrático etc. etc. etc.
Grande
fue nuestra sorpresa cuando se retiraron, porque las tres
cuartas partes de los presentes quedaron en sus butacas y no acompañó
a los exaltados. Entonces algunos propusieron que manifestáramos
paralelamente en la misma Avenida 25 de Mayo sobre la calle del
lado sur hasta el monumento a Fontana para demostrar que los formoseños
vivíamos en paz y justicia.
Así
fue: Los que vinieron por lana salieron trasquilados. Quienes
con humildad queríamos preservar nuestra organización
estudiantil cubrimos casi una cuadra bien compacta de la arteria
sur de la avenida mientras que “los democráticos”
apenas sumaban unos quince metros encabezados por un vehículo
con altavoces.
Nosotros
andábamos a puro pelo, no estábamos organizados
y nos llevaron en andas a los dirigentes siendo tan grande el entusiasmo
que no faltó quien al pasar frente a la Residencia de los
Gobernadores situada en el mismo lugar de hoy, gritara provocativamente
¡Viva Perón! coreado por muchos.
Aunque nadie nos molestó y llegamos al busto
y hablamos, se disolvió la manifestación sin incidentes.
Al tercer o cuarto día de los sucesos los titulares del diario
local destacaban que la AES fue disuelta por Decreto del representante
de la Revolución Libertadora García Cuerva. Nos disolvieron
antes de estar constituidos.
Este
acontecimiento realmente pinta a los formoseños
en su inteligencia de masa: dejándose arrear por salvadores,
no dudó en abandonarlos cuando descubrió lo falso
de la convocatoria.
En
Formosa, la Unión de Estudiantes Secundarios, no
constituyó una herramienta política del oficialismo.
Al contrario, cuando cae Perón, el gobierno buscó
afanosamente armar una Federación de Estudiantes Secundarios
con fines políticos subyacentes que no tuvo gran trascendencia.
Formosa
tiene muchas historias no contadas. Estas, son algunas de ellas.
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