Reinaldo Ernesto Munizt
 
 

En 1955 ya estábamos en quinto año y debíamos elegir delegado del colegio para integrar la Unión de Estudiantes Secundarios Filial Formosa. En el curso nos postulamos dos y resulté electo. La presidencia de la UES estuvo a Cargo de Pichón Almirón y la secretaría de Julio Durán, ambos del Comercial nocturno anexo al Nacional, mayores de edad y muy responsables de sus actos. La vicepresidencia nos correspondió a los del nacional que éramos más pibes (yo tenía solamente 17 años).

 
LA U.E.S.EN FORMOSA

Si les conté lo de la huelga, fue para legitimar mis conceptos sobre qué era la Unión de Estudiantes Secundarios de Formosa. Llegué a ella por mérito de cierta forma gremial y estando en ella, no siendo del pensamiento peronista, nunca fui molestado, sino por el contrario recibí atenciones.

No era peronista porque abrevé del socialismo en cuadernillos que aparecieron en una caja de zapatos en un rancho con techo de pajas que estaba detrás de la biblioteca Ruiz Moreno y cuya colección se llamaba El Pequeño Libro Socialista. En aquella época la diversión de los estudiantes era hurgar estanterías y libros y discutir conceptos con compañeros o amigos o adversarios.

Abracé al socialismo con otros compañeros aunque luego algunos se pasaron al peronismo y lo siguen siendo hasta hoy. Yo también hasta hoy sigo en la ideología socialista, pese a que las condiciones mundiales del mercado han cambiado para mal de los derechos del trabajo y la legislación obrera universal, y que dogmáticamente, si desarrollamos la dialéctica materialista en el análisis político de nuestro pasado presente y futuro, el socialismo debe actualizarse para encajar en el marco actual.

Pero sigo siendo socialista por el razonamiento dialéctico de los aconteceres sociales y su sana conducta política de manos limpias y uñas cortas. Posiblemente se va a llegar a la justicia social, pero ya no por el camino del socialismo democrático al que pertenezco.

Hoy, siendo socialista, políticamente adhiero decididamente al modelo provincial del gobernador justicialista Gildo Insfrán, y no lo manifiesto por subalternidades, sino porque encarna ideales de justicia social posibles, al ubicar en su Modelo Provincial, como centro principal de atención política al hombre trascendente, de la misma manera que defiendo la distribución de la riqueza a que aspira el presidente Kirchner, desde las economías regionales luchando como lo hace tenazmente contra el imperialismo; y ninguno de los dos son socialistas.

Cuando cae el gobierno de Perón el 16 de setiembre de 1955, viene de inmediato a la provincia la intervención federal. El interventor militar de carrera era coronel, apellidaba García Cuervas y hacía cumplir las órdenes de desperonización emanadas desde la Capital Federal, entre las que figuraba hacer desaparecer a la UES y así lo resuelve por decreto ley provincial.

Quienes conformábamos la UES en Formosa, no estábamos dispuestos a renunciar a nuestra organización estudiantil que realmente defendía al estudiantado sin uso político y conformamos ante su disolución, la AES (Asociación de Estudiantes Secundarios).

Para darle marco legal debíamos organizar una Asamblea Pública para la aprobación de sus Estatutos, que realizamos en el Cine Italia un soleado domingo a las 9 horas de la primavera del 55.

 
Mientras leíamos los nuevos Estatutos desde el escenario y por micrófonos algunos de los integrantes de la comisión de la ex UES, ante aproximadamente unos ochenta estudiantes y explicábamos el por qué de los cambios, irrumpieron en la sala del cine unos cuatrocientos estudiantes secundarios con pancartas de una pretendida e inexistente Federación de Estudiantes Libres (FEL) dirigidos por estudiantes universitarios provenientes de Buenos Aires, que llenaron toda la sala quedando inclusive gente parada.

Unos cuantos subieron de prepo al escenario pidiendo a gritos los micrófonos, que por supuesto se los cedimos y comenzaron a vociferar argumentos que todos sabíamos tenían contenido político alejados de nuestra realidad.

Cuando se cansaron de arrinconarnos (éramos cuatro contra unos quince) alguien gritó que se invitaba a todos los presentes a manifestar por la Avenida 25 de Mayo hasta el busto del General Urquiza, para hacer saber que el estudiantado formoseño era democrático etc. etc. etc.

Grande fue nuestra sorpresa cuando se retiraron, porque las tres cuartas partes de los presentes quedaron en sus butacas y no acompañó a los exaltados. Entonces algunos propusieron que manifestáramos paralelamente en la misma Avenida 25 de Mayo sobre la calle del lado sur hasta el monumento a Fontana para demostrar que los formoseños vivíamos en paz y justicia.

Así fue: Los que vinieron por lana salieron trasquilados. Quienes con humildad queríamos preservar nuestra organización estudiantil cubrimos casi una cuadra bien compacta de la arteria sur de la avenida mientras que “los democráticos” apenas sumaban unos quince metros encabezados por un vehículo con altavoces.

Nosotros andábamos a puro pelo, no estábamos organizados y nos llevaron en andas a los dirigentes siendo tan grande el entusiasmo que no faltó quien al pasar frente a la Residencia de los Gobernadores situada en el mismo lugar de hoy, gritara provocativamente ¡Viva Perón! coreado por muchos.

Aunque nadie nos molestó y llegamos al busto y hablamos, se disolvió la manifestación sin incidentes. Al tercer o cuarto día de los sucesos los titulares del diario local destacaban que la AES fue disuelta por Decreto del representante de la Revolución Libertadora García Cuerva. Nos disolvieron antes de estar constituidos.

Este acontecimiento realmente pinta a los formoseños en su inteligencia de masa: dejándose arrear por salvadores, no dudó en abandonarlos cuando descubrió lo falso de la convocatoria.

En Formosa, la Unión de Estudiantes Secundarios, no constituyó una herramienta política del oficialismo. Al contrario, cuando cae Perón, el gobierno buscó afanosamente armar una Federación de Estudiantes Secundarios con fines políticos subyacentes que no tuvo gran trascendencia.

Formosa tiene muchas historias no contadas. Estas, son algunas de ellas.

 
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-Julio / Agosto de 2005
 
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