Lic. Karina Jiménez

 

FORMOSA EN LA LISTA DE LAS PRIORIDADES NACIONALES:

En épocas anteriores al peronismo, el Territorio de Formosa no ocupaba un renglón importante en la administración para los organismos centrales. El presidente Juan D. Perón otorgó a los habitantes parte de lo necesario a través de varias vías como fueron los planes quinquenales, las fundaciones y la entrega de bienes de todo tipo, calando hondo con estas concesiones en la memoria popular.

El peronismo como gobierno a nivel nacional a fines de la década de 1940, enfatizó la actividad industrial utilizando los ingresos provenientes del sector primario produciendo así un cambio de prioridades también en el orden económico.

EVOLUCIÓN INSTITUCIONAL:

Con la reforma de la Constitución Nacional de 1949, se otorgó a los ciudadanos de los territorios la facultad de elegir presidente y vicepresidente de la Nación. Esta astucia política trató de complementarse con un frustrado proyecto que pretendió habilitar a los territorianos a votar a su gobernador.

Pero, si bien hubo influencia visionaria para otorgar mayor representatividad a los Territorios Nacionales fue la de Eva Perón con la creación de la figura de los “Delegados Territoriales” a la Cámara de Diputados de la Nación.

Esta nueva figura política fue instituida bajo el marco del nuevo régimen electoral de la Ley Nº 14.032 sancionada el 11 de Julio de 1951. Los delegados debían ser elegidos en la proporción de uno cada 100.000 o fracción no menor de 50.000, en la misma forma y época que los diputados nacionales, debiendo reunir para ello las mismas condiciones de éstos. La elección debía realizarse por circunscripciones a pluralidad de sufragios.

La duración de sus mandatos y su renovación era igual que la de los diputados al igual que sus inmunidades y privilegios. Formaban parte de las Comisiones permanentes o especiales de la Cámara con voz y voto, pero en las sesiones no tenían voto ni formaban el quórum, aunque tenían voz y estaban habilitados para presentar mociones y proyectos de leyes.

La última normativa
dictada en cuanto a los Territorios Nacionales fue la nueva ley orgánica Nº 14.315 del año 1954 impulsado por los delegados territorianos; representándose Formosa a través de Ramón Mariño y Antenor Polo. Esta norma establecía que en los territorios de Formosa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz debía funcionar una legislatura local constituida por 16 miembros elegidos directamente por el sistema de lista incompleta (12 por la mayoría y 4 por la minoría).

Se los facultaba también para elegir gobernador y vicegobernador por votación directa y a simple pluralidad de sufragios. Legisladores y Ejecutivo tendrían una duración de seis años. Las localidades de más de 500 inscriptos en el padrón electoral podían elegir a los Miembros del consejo Municipal, excepto en la capital donde el gobernador era el jefe inmediato debiendo delegar estas funciones a un intendente electo por él. El PEN se reservaba el derecho de remover al gobernador y vice cuando desempeñaren sus funciones contrariando la Constitución Nacional o la presente ley y por notoria inconducta.

Como condiciones finales para la provincialización, esta ley establecía que el territorio “debía contar con los medios económicos y condiciones sociales que permitan su autonomía, administración y gobierno, que puedan atender a las necesidades del régimen de justicia y educación”. Antes de concretarse las medidas dispuestas por esta norma, el 15 de junio precisamente de 1955 era sancionada la ley que reconocería finalmente como Provincias a los hasta por entonces territorios antes mencionados.

FORMOSA SE MOVILIZA:

En Formosa, la influencia de los sectores opositores, como el radicalismo y los conservadores que se negaban a la provincialización y criticaban al peronismo por su supuesta demagogia, poco y nada pudieron contra la pavorosa iniciativa de elevar la categoría política del último Territorio Nacional del norte al ser provincializado.

Si bien la historiografía formoseña ha descrito el hecho desde diferentes ópticas, es indudable que las nuevas exigencias que la oleada de provincializaciones de anteriores Territorios como fueron Chaco, La Pampa (1951), Misiones (1953), no tardaron en llegar a Formosa.

¿QUÉ SIGNIFICA SER PROVINCIA?

Significa participar de la “cosa pública”. Significa integrar el ámbito del estado nacional ejerciendo la ciudadanía con derechos cívicos, políticos y sociales.
Significa tener voz y voto para elegir tanto las autoridades provinciales - gobernador y vice – como las nacionales - presidente y vice- y en el plano legislativo diputados y senadores.
Pero por sobre todo significa ser partícipes día a día de la construcción de la grandeza de nuestra nación.

 

 

FORMOSA HOY:

La última y más sangrienta dictadura militar en Argentina en 1976 reforzó el autoritarismo y que, - acorde con su malograda concepción de la defensa - planteó una política contraria a la integración y que promovió el vaciamiento de los territorios fronterizos como objetivo estratégico dejando un amargo recuerdo de postergación.

En ese sentido, el territorio formoseño, fue calificado como potencial escenario físico de conflicto, condenado a la restricción de las inversiones en la Provincia, tanto públicas como privadas. Penada por su situación fronteriza, la escasez de obras de infraestructura fue una constante. Formosa no debía ser complacida con obras importantes, comunicaciones, carreteras, estímulos a la producción ni tecnología de avanzada tal es así, que el sistema de transporte fluvial y ferroviario, - estratégicamente construido con fin extractivo - será hasta 1970 cuando se concreta la vinculación carretera con el resto del país, la única vía de comunicación que unirá esta puerta norte al resto de la nación.

La precariedad institucional va a ser despuntada con la fuerza de la democracia en 1983, y va a dar inicio a la etapa más extensa y firme en la historia de la provincia de Formosa regida por gobernantes electos a través del sufragio popular . No obstante, hubo que vencer un país legalmente federal pero con infraestructura y comportamiento manifiestamente unitario que fue generando una situación de dependencia interna, con un Estado metrópoli: el gobierno central y un gobierno vasallo: las provincias, generando en esta relación pobreza, atraso y marginación.

Solo el sentir del interior supo reconocer en los últimos tiempos la necesidad de subsanar los errores del pasado. El reconocimiento con el fondo por compensación de “Reparación Histórica” acordado el 28 de mayo de 2003 es el inicio de la enmienda de tantas postergaciones.

Se ha desafiado con este acuerdo los límites de lo posible, concretando las obras de infraestructura básica que hacen posible pensar en el relanzamiento productivo de la provincia y en el diseño de una estrategia de desarrollo sostenido. Merece tenerse en cuenta demás las ventajas impositivas que permitan compensar las asimetrías que existen con respecto a otras provincias.

Atenta a su situación geográfica y la posición relativa que ocupa en el Cono Sur, la Provincia de Formosa ofrece un contexto altamente valioso para servir de instrumento estratégico eficaz para la integración en los actuales tiempos de globalización. Con sus más de 800 kilómetros de fronteras; una capital de país adyacente, el fortalecimiento de su infraestructura de transporte y comunicaciones que permite interconectar el NEA con el NOA así como Brasil y Paraguay con el Pacífico. Este corredor interoceánico reviste a la luz una consolidación de la soberanía nacional en un área potencialmente rica y dinamizar su economía.

Frente al MERCOSUR -con el corredor bioceánico como estrategia- se inscribe el ansiado proyecto de tendido del gasoducto del noreste, el reconocimiento de derecho de propiedad y libre disponibilidad de los recursos hidrocarburíferos, la pavimentación de la Ruta nacional 81; la recuperación con riego de tierras áridas, el manejo racional de los recursos hídricos, energía eléctrica, comunicaciones, caminos, es la muestra no solo de una provincia integrada sino también con proyección .

Hoy, Formosa brega por tener las herramientas que le permitan revertir las consecuencias de las desacertadas construcciones del pasado. Como provincia joven, debió ponerse de pie y marchar al ritmo que imponían las urgencias de la realidad. Se está vislumbrando la visión de una provincia diferente en lo referente a su transformación económica basada en cinco pilares esenciales: la agricultura, la ganadería, la actividad forestal y la producción hidrocarbonífera, a las que se ha sumado el turismo como fuente generadora de recursos genuinos.

El desafío es clarificar y edificar un nuevo orden que resuelva a favor de los hijos de este suelo, vivan donde vivan, la ecuación de crecer con justicia social. Es necesario abocarse a la realización del modelo de provincia que posibilita la realización de los valores que la sociedad privilegia. Dentro del proyecto de provincia que se pergeñara en 1996, la educación es el componente básico dentro del proceso económico, social y cultural de Formosa.

Es entonces que la educación es la herramienta de cambio que afronta el desafío de definir un modelo de comunidad e identificar las estrategias para alcanzarlo y dignificar al hombre a través del desarrollo de valores esenciales de la vida tales como la libertad, la solidaridad, el respeto, la justicia y la paz.

…En definitiva, cincuenta años como provincia, aunque parecieran pocos, son para nosotros el logro de los esfuerzos de los que creyeron, tanto en la época de la Gobernación, del Territorio Nacional y en los primeros años de autonomía institucional en que Formosa pueda tener un presente, y un devenir esperanzado.

Con la fortaleza que caracteriza a los formoseños, a quienes la historia nos tuvo ausentes en la gesta por la organización nacional, por ser la nuestra, tierra virgen, hoy nos exige a afirmar el protagonismo que merecemos...

 
     
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-Mayo de 2005

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