Para adentrarnos en tema será necesario primero, volcar algunas apreciaciones sobre la Creatividad. Así, relacionamos corrientemente la creatividad con la imaginación, originalidad, soltura y libertad de pensamiento, también con la capacidad intuitiva, fineza de percepción, ingenio, pensamiento divergente, etc.
 
Es ineludible también, una comparación etimológica del término "creatividad" la cual nos señala que éste, deriva del latín “creare” y está emparentada con la voz latina “crecere” (crecer).

Estos señalamientos previos nos acercan a entender un poco más claramente su concepto, pero, qué es la “creatividad” en definitiva?. En pocas palabras: - una capacidad-. Es decir, la capacidad del cerebro para producir pensamientos e ideas nuevas más allá de lo conocido y estructurado.

Así, definiciones como las de RODRIGUEZ ESTRADA y GALIA SEFCHOVICH "La creatividad es el pensamiento abierto divergente siempre pronto para imaginar cosas y soluciones en gran variedad."; "Creatividad es la capacidad de un cerebro para llegar a conclusiones nuevas y resolver problemas en una forma original", depuran, estimo, su entendimiento.

La personalidad creativa es natural en el hombre. Por lo general se pierde en los años de la infancia, bien por lo efectos del medio social o por lo inhibición que la educación escolar no claramente orientada, logra con sus modelos y estereotipos. De todos modos, si se ha perdido, es recuperable. La creatividad como capacidad potencial de imaginación, es viable de desarrollo.

La segunda cuestión a tratar tiene que ver con las características afectivas que hacen a una persona creativa. En ellas se destacan por ejemplo el entusiasmo, profundidad, tenacidad, capacidad crítica, curiosidad intelectual, entre otras. O sea, no basta con nacer con una capacidad mental creativa, si no aportamos desde la voluntad. Una voluntad que debe evidenciarse tanto, en la férrea convicción del educador, como en aquellos a quienes estamos formando.

Educar la creatividad? Educo, de "educis, educere", es extraer de dentro, "sacar hacia fuera".

     

De allí se hace preciso distinguir entre "enseñar" y "educar", donde el primer término debe ser entendido como "señalar hacia", "mostrar algo a alguien" (insignare), en el cual el proceso de enseñanza es socialización, es decir: "mostrar", "exponer", "dar modelos" para que sean interiorizados en un proceso del ámbito interpersonal al intrapersonal. y el segundo "conducir", "sacar fuera lo que llevamos dentro", "guiar hacia una actitud de vida creativa".

Así, me refiero a “Educo”, en el sentido de sacar fuera, guiar con actitudes creativas por parte del docente que permitan un desarrollo integral de la persona.

La creatividad es una cualidad innata en el género por su facultad imaginativa y en nada se opone, como en cualquier otra facultad, a su desarrollo. De hecho, el proceso de creación debería convertirse en la base del desarrollo educacional.

Los Artistas, los Docentes de las distintas áreas artísticas son los que mejor han comprendido la importancia del desarrollo creativo como parte de la formación integral del hombre. En ellos, se unifican la sensibilidad espiritual del alma, la razón y la expresión artística. Juntos, son la fuerza potencial requerida para cambiar del destino de un pueblo.

En esta tarea de compromiso, en esta búsqueda de un ideal de formación del hombre creativo, el hombre capaz de desarrollar ideas nuevas, sabemos que no alcanza meramente con Políticas de Estado, Leyes de Educación, Diseños Curriculares ni nuevos edificios escolares, si no es con el aporte irreductible desde la clara convicción, voluntad y compromiso por parte de quienes, como docentes conductores y como artistas, tenemos la responsabilidad y la oportunidad histórica de formar a nuestro Hombre Nuevo.

   
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-Abril de 2005
 
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