Intentar
comprimir cien años de historia en una nota de
no más de quinientas palabras tiene un enorme riesgo de
caer en simplificaciones superfluas, olvidos e irrespetuosidad.
No es la intención. El reconocimiento al pueblo de Pozo
del Tigre como Poblado Histórico y Cultural por ley de
la Legislatura Provincial es un ejemplo de la valoración
que damos a nuestra historia los formoseños.
La Identidad Cultural es el sentimiento que experimentan
los miembros de una comunidad que se reconocen en esa cultura,
de no poder expresarse con fidelidad y desarrollarse plena y libremente,
si no es a partir de ella. La Identidad Cultural representa la
memoria, la conciencia colectiva de un grupo respecto de los cuales
cada uno extrae, espontáneamente determinados comportamientos
y actitudes que todos consideran significativos, una convergencia
intelectual y afectiva fundamentada en un pasado común,
un presente vivido en conjunto que funda a la vez, la posibilidad
de un futuro común.
Así reza en sus primeros párrafos
la fundamentación del Proyecto de Ley correspondiente,
de la cual extraeremos algunos párrafos para honrar como
corresponde esta celebración centenaria de la existencia
de Pozo del Tigre.
Los formoseños, nos reconocemos múltiples
en los rasgos étnicos, pluricultural en el conocimiento
y el saber esforzado en nuestras aspiraciones y sacrificada en
la construcción de nuestro destino. A partir de la fundación
de Formosa en el año 1879 se puede notar tres ciclos bien
definidos en la evolución y desenvolvimiento de Formosa
como sociedad y un cuarto que es el que se ha desarrollado en
las últimas dos décadas.
El primer periodo que se extiende hasta 1917
y, se caracteriza por el asentamiento poblacional y distribución
de tierra del nuevo territorio.- En ese transcurso dos corrientes
colonizadoras poblaron Formosa: la del este y la del oeste. La
primera venia de Corrientes y desde el Paraguay y ocupaba las
zonas mas húmedas, cercanas a las confluencias de los ríos
Pilcomayo y Bermejo con el Paraguay.
La segunda se estableció en el oeste del
territorio por aquellos años mostraba llanuras cubiertas
de vegetación y tierras aptas para la explotación
agropecuaria. Esta doble influencia poblacional marcara nítidamente
el desarrollo socio-cultural de la provincia: lo guaranítico
en el hombre del este y la fuerte personalidad salteña
en el del oeste.
A partir de año 1905 se obtiene el testimonio
del primer asentamiento en la localidad de Pozo del Tigre, la
que se sitúa dentro de la llanura Chaqueña, en el
Departamento Patiño de la Provincia de Formosa. Esta ubicada
sobre la ruta Nacional N 81 y la Línea Férrea del
FFCC Gral. Belgrano (TRAMO-Formosa-Salta) en la Latitud Sur 24º54,
Longitud Oeste 60º19´ según El I.G.M.; a una
cota de 175 mts sobre el nivel del mar en la Estación del
Ferrocarril y a 254 Km. de la ciudad de Formosa.
El nombre oficial a dicha localidad fue impuesto
por Decreto Nacional del 7 de Diciembre de 1927, aunque desde
1919 el uso popular ya designaba a este lugar poblado por aborígenes
matacos y pilagàs y un grupo migratorio de ganaderos salteños,
santiagueños y chaqueños que llegaron a principios
de siglo atraídos por las fértiles praderas.
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El
Ferrocarril fue habilitado en 1915 y el pueblo creado
por Decreto del Presidente de la Nación don Hipólito
Irigoyen el 11 de junio de 1921.La mensura inicial la realizo
el Agrimensor Enrique Pellegrini en 1925, amojonando 204 manzanas
y 72 quintas, respondiendo en sus características de emplazamiento
y trazado a las recomendaciones y proyectos prototipicos planteados
por el Departamento de Ingenieros de la Nación, según
lo determinado en la Ley 817 del año 1876 de Colonización.
Hacia 1940, el pueblo contaba con una población
importante en número incluyendo el área de influencia,
cercana a los 10.000 habitantes, contaba además con una
usina eléctrica. Hotel con agua corriente en los baños
y una cantidad de casas de comercio, consultorios médicos
y odontológicos, servicios de taxi, consignatarias de hacienda,
etc.
Pozo del Tigre, conforma un Patrimonio Histórico
Cultural, enmarcado en un paisaje natural, de características
rurales y Patrimonio Arquitectónico compuesto por Edificios
todos ellos de buena calidad constructiva. Es de Interés
prioritario la preservación del riquísimo Patrimonio
Histórico, Cultural y Arquitectónico de Pozo del
Tigre, y para tal fin se lleva adelante un trabajo planificado
dentro del cual es priomordial la conservación de lo existente,
implementándose para tal fin políticas de desarrollo,
tendientes al mejoramiento integral de la comunidad, realzando
la calidad de vida, de sus miembros sin descuidar este importante
Patrimonio Cultural, en el contexto de un Proyecto Provincial
que tienen modelo al “nuevo hombre formoseño”.
La presencia de numerosos bienes que testimonian reflejan
la cultura material producidas por generaciones anteriores se
convierten en referencia importante en el proceso de identificación
de los pueblos, como valiosos sustentos de la memoria colectiva
que es preciso conservar como aporte a generaciones futuras. La
permanencia material de ese legado conforma la base concreta de
los pueblos, dándole continuidad y armonía al desarrollo
social y espiritual de la Provincia, reafirmando su Identidad
Cultural.
La visión del Patrimonio excede estrictamente
lo arquitectónico, artístico o arqueológico
porque asume una significación histórica de tantos
hechos trascendentes acaecidos en esos inmuebles y sitios, la
música, las expresiones lingüísticas y literarias,
que los connotan, su entorno natural y su cultura productiva.
Y en Pozo del Tigre, hoy existe un grupo humano
que aprecia su pasado y un grupo de edificios que nos indican
el avance arquitectónico de aquellas épocas.
Por ello y dado la trascendencia y la decisión
de conmemorar el centenario de la localidad de Pozo del Tigre
consideramos como un hecho trascendente para la historia y la
cultura de los formoseños, poner en valor a los prohombres
y sus obras que han cultivado los verdaderos valores del sentimiento
de ser formoseños llevando adelante una lucha por un ideal
de provincia y la construcción de una comunidad que sea
organizada, conducida y gobernada por hijos de esta tierra”;
reconocer al Pueblo del POZO DEL TIGRE como “POBLADO HISTORICO-CULTURAL”
es poner un mojón entre las conquistas del Pueblo formoseño.
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