Después
de la creación Tupá encomendó a Guarán
el cuidado de Gran Chaco Gualamba (gran lugar de cacería
en donde todo es quebracho). Gobernó con sabiduría
a su pueblo. Tuvo dos hijos varones “Tuvichavé”
(el mayor) “Michiveva” ( el menor). Sintiéndose
morir llamo a sus hijos les entregó el manejo de los asuntos
del Chaco. Lamentablemente comenzaron así las peleas entre
los dos hermanos, debido a las diferencias en como administrar lo
asuntos de tan extensa región.
Por recomendación de “Añá”
(el diablo) decidieron competir en ejercicios de destreza y habilidad
en el manejo de las flechas. Subieron a los cerros cordilleranos
subandinos del sur de Bolivia. Y allí en una de las pruebas
principales “Michiveva” lanzó una flecha contra
un árbol que servia de blanco, pero Añá (el
diablo), la desvió haciendo que la misma penetrara exactamente
en el corazón de “Tuvichave”.
Al instante broto la sangre de tal manera y con
tanta fuerza que comenzó a bajar por los cerros, llegó
hasta el Chaco, se internó en su territorio y formó
un río de color rojo: el “Ipetá” (agua
roja) o Bermejo. “Michiveva” al darse cuenta de la desgracia
lloró sin consuelo. “Y tanto lloró, que sus
lagrimas corrieron tras el río de sangre de su hermano”.
Así se formó el Pilcomayo, (en quechua “río
de los pájaros”) que corre siempre a la par del Bermejo. |
|
Muchos
años después hacia el año 2000 (dos
mil), fecha en que según la profecía sería
el fin del mundo, ambos hermanos se unieron en el oeste del territorio
formoseño. Michiveva” (Pilcomayo) todos los años
se acercaba mas y mas a “Tuvichavé” (ï
phitá o Bermejo) quien también quería encontrar
a su hermano y se escapaba de su cauce.
Así,
hasta que un día se abrazaron transformando la sangre y
el llanto en agua para que sus hermanos de los nuevos tiempos,
los nuevos “Cuimbanbë” (hombre) y las nuevas
“Cuñatay” (mujeres). Nunca mas tuvieran sed
y se desterrara el odio el Añá con el triunfo del
amor.
Y fue a través de Laguna Yema (Bermejo)
y el vertedero (Pilcomayo) en Las Lomitas en donde se plató
la lanza de la fe que vencía a la adversidad al unirse.Esta
unión de los hermanos –Pilcomayo y Bermejo-, hijos
de Guarán, emocionó a Tupá, enviando al territorio
formoseño a un cacique “mbaretë” (fuerte,
decidido) con la misión de gobernar a su pueblo como Guarán
hasta transformar, con la gente, el oeste árido en tierra
fértil, con abundante agua y muchos…. Animales, y
muchas… plantas, con muchos… frutos, que los niños
crezcan sanos y fuertes, que no les falte alimentos, que tengan
casas lindas y confortables, y… hospitales y médicos
buenos, entonces los nativos y criollos dejarían de deambular
en búsqueda de la “tierra sin mal” o país
prometido por “Tupá” (Dios) y bendición
de “Tupá-she” (Virgen mía).
|