-Mamá, la seño ayer me dijo que no debía estudiar de memoria, y ahora tengo un trabajo práctico sobre el día de la memoria... La verdad..., no la entiendo a la Seño. -¿No me digas? -le respondió la madre- Mirá, la cuestión es muy sencilla. Hay maestros de la memoria y maestros del olvido. Unos enseñan a recordar dónde están los peligros, para prevenirlos, y están los otros, aquellos que nos hacen aprender de memoria cosas que no nos sirven, para que nos olvidemos dónde están esos peligros. Nosotros, que somos más viejos - continuó diciendo la madre- tuvimos muchos maestros del olvido. Nos hicieron olvidar que en la Patagonia los ingleses pagaban una libra esterlina por una oreja de indio asesinado. Se olvidaron de enseñarnos que el general Mitre, en complicidad con esos mismos ingleses que nos robaron las Malvinas, mandó a morir a miles y miles de gauchos argentinos contra nuestros hermanos paraguayos. Se olvidaron de enseñarnos que hubo militares argentinos que bombardearon la Plaza de Mayo llena de gente y ametrallaron a militantes indefensos en los basurales. Nos obligaron a olvidar el nombre de Evita y del General. Nos hicieron creer que los comunistas se comían a los chicos crudos, y que el 24 de marzo de 1976 vinieron a gobernar los "salvadores de la Patria" a punta de fusiles porque la democracia, según ellos, era una porquería. Mirá si habrán hecho bien su trabajo estos maestros del olvido que muchos compatriotas ni se acordaron de todo lo sufrido. Y hasta llegaron a votar a los parientes y cómplices de aquellos genocidas. Y así nos fue. Otro desastre. Hoy por suerte, vos tenés maestros de la memoria. Como tu seño. Para recordar lo que NUNCA MÁS debe suceder en nuestro querido país. Que no debe haber más genocidios como los sufridos por los pueblos originarios; ni por los gauchos, ni como el que padecimos desde el 24 de marzo de 1976 con 30.000 desparecidos, torturados, presos y exiliados. Que no debe haber más planes económicos por los cuales los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Solo así, tus hijos, tus hijas, los hijos e hijas que ellos tengan, y tus nietos, nietas, biznietos y biznietas, podrán tener un futuro mejor. Qué bueno que tengas maestras que te enseñen a tener buena memoria. Hacé nomás el trabajo práctico sobre el 24 de marzo. Esto no es estudiar de memoria.... Es sembrar memoria para cosechar futuro. Si querés te ayudo. -¡Dale! Juan Eduardo Lenscak Catedra Abierta DDHH UNaF Marzo 2021
