Mario Jazmín
 

Hay personajes que aparecen como surgidos de algún relato fabuloso creado por la mente alucinada de algún escritor.

Uno de ellos fue un hombre pequeño que un día cualquiera apareció en la ciudad de Clorinda, con un sombrero y un capote corto de aviador, era mudo, no tenía nombre, ni pasado, no era malo, pero todo el irradiaba algo muy parecido a la tragedia que muchas veces anida en el alma de los hombres y sume sus mentes en el oscuro mundo de la sinrazón, era lo que asustaba a los niños cuando lo veían, deambulando por las calles pidiendo solo lo justo para cubrir sus necesidades, ni un céntimo más.

Sus torpes dibujos representaban siempre un avión derribado y el piloto inmóvil, casi muerto, esto sumado a sus rasgos físicos hizo suponer que fue un piloto boliviano de la guerra del Chaco, cuyo avión fue abatido y hecho prisionero, perdiendo el habla.


 

Misteriosa como su vida, también fue su muerte y la creencia popular le atribuye dones milagrosos, como por ejemplo, hacer retroceder las aguas en la gran inundación de 1.983. quizá por eso su tumba en el cementerio “La Piedad” de Clorinda, siempre está iluminado por velas con que la gente paga sus promesas y las gracias concedidas.

¿Fe? ¿Pura imaginación? ¿Verdad o fantasía? ¡Vaya uno a saberlo! Lo cierto es que Capote´í, como lo llamó la lengua popular, paso a ser parte del paisaje pueblerino, de su cotidianeidad, de su folklore y por ende, una figura característica que son las que representan a una ciudad y a estas se las conoce por ellas, porque son casi un símbolo.


CAPOTE´Í
(Rasguito Doble)
Letra y música: Mario Jazmín

Surgió quien sabe de donde
Como surgen las leyendas
Quizás terrible tragedia
Lo sumió en la sinrazón.
Pequeño duende andador
Que por calles ambulaba
Sin pasado ni mañana
Solo una sombra sin voz

ESTRIBILLO

Pomberito bonachón
Capote corto y sombrero
Que sin querer daba miedo
Al ingenuo mita´í
Con su capote colí
Sin un nombre, sin recuerdos
Solo la lengua de un pueblo
Lo llamó “Capote´í.”


HABLADO

Una escena dibujaba
Era un avión batido
Y el piloto malherido,
Inerte, casi a expirar.
Tal vez quería explicar
El misterio de ese drama
Que lo privó de su habla
Y lo hizo marginal

CANTADO

Tan oscura fue su muerte
Como lo fue su existencia
Y existe firme creencia
De que un milagro es capaz.
En su tumba en “La Piedad”
Siempre hay velas encendidas
Con que gente de Clorinda
Promesas suele pagar


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-Septiembre de 2005
 
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