El "paippero" Cesar Vallejos de Colonia El Alba, destacó la importante evolución alcanzada en la provincia por los pequeños productores algodoneros como consecuencia de las políticas inclusivas puestas en marcha por el actual gobernador en coincidencia con el modelo formoseño.
Reconoció que desde un principio comprendieron que se trataba de medidas que iban a generar un cambio positivo que se tradujo, con el tiempo, en el mejoramiento cuali-cuantitativo de los cultivos y en los avances alcanzados en cada una de las etapas del proceso productivo, desde la misma labranza hasta la habilitación de la que denomina "enorme industria", en obvia alusión a la nueva desmotadora de Villa Dos Trece.
Expuso que en el caso de los trabajadores rurales de El Alba, mucho ha influido la misión educadora que se lleva a cabo en la escuela agrotécnica número 5, sobre todo porque brindó respuestas a las nuevas generaciones que aspiraban permanecer, aunque en mejores condiciones, en la actividad productiva.
Vallejos -quien no deja de mostrarse orgulloso porque en 2010 su chacra fue visitada por representantes de 48 países que participaron del Congreso Mundial del Algodón llevado a cabo en la Argentina- recordaba que un hijo suyo lo acompañaba en las labores de campo manifestándole que cuando fuese grande quería mejorar lo que él mismo estaba llevando a cabo para mantener a su familia.
Dijo que ese objetivo se cumplió luego que Gildo Insfrán los invitó a soñar con un futuro mejor y que se produjese la llegada del conocimiento en el nivel educativo a punto tal que, luego de egresar de la escuela agrotécnica de El Alba, ese hijo suyo ahora cursa la universidad en las unidades académicas de Laguna Blanca.
Respecto del crecimiento de los algodoneros, admitió que también impacto en el acrecentamiento de su autoestima al mencionar una participación suya y la de otros productores formoseños en un encuentro regional llevado a cabo en Chaco donde sorprendieron al pormenorizar los logros a partir de la disponibilidad de semillas de primera multiplicación y agroquímicos aportados por la provincia a lo que se sumó la adopción del sistema de surcos estrechos que mejoró cuantitativamente los rendimientos por hectárea y la habilitación de las planchadas oficiales, esto es la manera que encontró el estado provincial para que se les pague un precio justo a los pequeños algodoneros por su esfuerzo.
"Nos fuimos capacitando más sobre el tema algodonero y ya no fueron solamente las familias que nos volcábamos a trabajar sino que apelamos a los cosecheros para que nos ayuden hasta que también fuimos destinatarios de la utilización de las Javiyú lo que permitió que tuviésemos iguales posibilidades que los grandes", expresó.
"También recibimos agroquímicos por lo que al picudo le decimos que lo respetamos pero que no le tenemos miedo", expresó.
"Cuando eran chicos mis hijos nos seguían en la chacra y nos decían que querían ser mejores que yo y nos preguntábamos con la "patrona" que podíamos hacer para que progresen; tenemos el privilegio de contar con una escuela agro técnica en El Alba que nos llenó de alegría. Como padre me siento contento porque ese hijo mayor está en el Instituto Universitario de Laguna Blanca", confió.
En ese sentido, resaltó las políticas que para el sector pergeñó el mandatario formoseño."Le hicimos caso cuando nos dijo "sueñen" y no nos equivocamos", enfatizó.
Hizo notar Vallejos que junto con las políticas agrarias llegaron otras obras que mejoraron la calidad de vida de quienes habitan esa comunidad del sur provincial, mencionando, por ejemplo, que "la pavimentación de la ruta 9 está en la puerta de El Alba y ahora ya vamos tener la satisfacción no solo de traer en nuestros carritos 300 o 400 kilos de algodón que llevábamos a otros lugares , sino que vamos a venir con el equipo completo de algodón en esta desmotadora".
Además, reconoció la significación que tiene para los campesinos de la zona la llegada de la electrificación rural.
César Vallejos memoró los tiempos en que las familias llegaban allí para cosechar o carpir. "Salían sin rumbo para ver quien les podía dar trabajo hasta a cambio de un plato de comida", memoró para manifestar que " las cosas cambiaron porque ahora el quiere estudiar puede hacerlo, lo mismo que aquel que quiere trabajar.
"Soy testigo de estas cosas y aunque provengo de un hogar humilde, disfruto trabajando y reconociendo a quienes nos ayudaron porque, de verdad, estamos en otros tiempos, mucho mejores que los que nos tocó vivir cuando comenzamos", reveló.
Expuso que en el caso de los trabajadores rurales de El Alba, mucho ha influido la misión educadora que se lleva a cabo en la escuela agrotécnica número 5, sobre todo porque brindó respuestas a las nuevas generaciones que aspiraban permanecer, aunque en mejores condiciones, en la actividad productiva.
Vallejos -quien no deja de mostrarse orgulloso porque en 2010 su chacra fue visitada por representantes de 48 países que participaron del Congreso Mundial del Algodón llevado a cabo en la Argentina- recordaba que un hijo suyo lo acompañaba en las labores de campo manifestándole que cuando fuese grande quería mejorar lo que él mismo estaba llevando a cabo para mantener a su familia.
Dijo que ese objetivo se cumplió luego que Gildo Insfrán los invitó a soñar con un futuro mejor y que se produjese la llegada del conocimiento en el nivel educativo a punto tal que, luego de egresar de la escuela agrotécnica de El Alba, ese hijo suyo ahora cursa la universidad en las unidades académicas de Laguna Blanca.
Respecto del crecimiento de los algodoneros, admitió que también impacto en el acrecentamiento de su autoestima al mencionar una participación suya y la de otros productores formoseños en un encuentro regional llevado a cabo en Chaco donde sorprendieron al pormenorizar los logros a partir de la disponibilidad de semillas de primera multiplicación y agroquímicos aportados por la provincia a lo que se sumó la adopción del sistema de surcos estrechos que mejoró cuantitativamente los rendimientos por hectárea y la habilitación de las planchadas oficiales, esto es la manera que encontró el estado provincial para que se les pague un precio justo a los pequeños algodoneros por su esfuerzo.
"Nos fuimos capacitando más sobre el tema algodonero y ya no fueron solamente las familias que nos volcábamos a trabajar sino que apelamos a los cosecheros para que nos ayuden hasta que también fuimos destinatarios de la utilización de las Javiyú lo que permitió que tuviésemos iguales posibilidades que los grandes", expresó.
"También recibimos agroquímicos por lo que al picudo le decimos que lo respetamos pero que no le tenemos miedo", expresó.
"Cuando eran chicos mis hijos nos seguían en la chacra y nos decían que querían ser mejores que yo y nos preguntábamos con la "patrona" que podíamos hacer para que progresen; tenemos el privilegio de contar con una escuela agro técnica en El Alba que nos llenó de alegría. Como padre me siento contento porque ese hijo mayor está en el Instituto Universitario de Laguna Blanca", confió.
En ese sentido, resaltó las políticas que para el sector pergeñó el mandatario formoseño."Le hicimos caso cuando nos dijo "sueñen" y no nos equivocamos", enfatizó.
Hizo notar Vallejos que junto con las políticas agrarias llegaron otras obras que mejoraron la calidad de vida de quienes habitan esa comunidad del sur provincial, mencionando, por ejemplo, que "la pavimentación de la ruta 9 está en la puerta de El Alba y ahora ya vamos tener la satisfacción no solo de traer en nuestros carritos 300 o 400 kilos de algodón que llevábamos a otros lugares , sino que vamos a venir con el equipo completo de algodón en esta desmotadora".
Además, reconoció la significación que tiene para los campesinos de la zona la llegada de la electrificación rural.
César Vallejos memoró los tiempos en que las familias llegaban allí para cosechar o carpir. "Salían sin rumbo para ver quien les podía dar trabajo hasta a cambio de un plato de comida", memoró para manifestar que " las cosas cambiaron porque ahora el quiere estudiar puede hacerlo, lo mismo que aquel que quiere trabajar.
"Soy testigo de estas cosas y aunque provengo de un hogar humilde, disfruto trabajando y reconociendo a quienes nos ayudaron porque, de verdad, estamos en otros tiempos, mucho mejores que los que nos tocó vivir cuando comenzamos", reveló.